''Lorena Álvarez, las peruanas somos malas mujeres porque nos amamos sin silencios''

Empoderadas y egoístas. Muchos peruanos vemos a las figuras de televisión como cuerpos con parlantes en sus gargantas que solo hablan lo que esta escrito en un papel o 'prompter'. Y que legos del televisor y las cámaras tienen una vida envidiable, feliz, y sin problemas. Qué equivocados estuvimos.

Cuando las ganas de dormir nos abandona hacemos 'zapping' hasta agotarnos.

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Quizás en algunas de esas noches te topaste con el rostro y voz de Lorena Álvarez, periodista del canal Latina, quien dejó de comentarnos sobre Odebrecht o la aprobación del gabinete Aráoz para ponerse firme y manifestarnos que fue maltratada física y psicológicamente por un hombre que le prometía un amor eterno.

Algunos usuarios de las redes sociales, esos 'trolls' con mucho tiempo libre, la llamaron exagerada, que solo ''quería ser famosa'', que la iban a despedir y por eso ''inventó'' una historia violenta para seguir vigente. Qué insensibles aquellos que no han vivido en un clima de violencia, de dolor, y sobre todo, de silencio. 

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Después de manifestar lo ocurrido en su vivienda el economista Juan Mendoza, un agresor disfrazado de 'señor Darcy', Lorena confesó en una columna que ella es una ''mala mujer''. Lo eres y lo somos. Y por supuesto, debemos estar orgullosas de ser egoístas, de amarnos antes que a un hombre, de no pensar en el que dirán, si nos creen o no. Somos malas porque ya no tenemos miedo. Porque al igual que Lorena, cuando el cascaron del miedo se destruye, somos capaces de hacer todo. 

Es tan cierto lo que escribes, Álvarez, los médicos pueden ver las heridas externas, los cortes, puñetes, mordidas. Pero, ¿quién registra, mide, calcula, CURA, las heridas internas?. 

Para acabar con este clima de violencia no solo es un trabajo de las peruanas, de las autoridades (sin importar las bancadas), de Kuczynski. Los hombres están dentro de este saco, quieran o no. 

¿Será un trabajo fácil?, no, no, será jodido, pero podemos intentarlo, todos. 

Mujeres peruanas, ''malas mujeres'', no callemos, no aguantemos, no hagamos del amor una danza al dolor. No lo merecemos. 

Por Paula Elizalde.